DIA DE LA JUVENTUD Y LA PRIMAVERA
Poemas
Ir a Presentación Día de la Juventud
En el “Día de la Juventud” saludamos a todos los jóvenes en su día,
les dedicado esta sección con poemas alusivos a este día de
poetas cajamarquinos que han escrito inspirados en la Juventud.
Cajamarca, 21 de Setiembre del 2010.
| N° | Autor | Titulo | |
| 12 |
Luis Alberto Sánchez Vásquez |
Canto a la juventud. [23/09/2025] | |
| 11 |
Lilian Goicochea Ríos† |
La Primavera. [23/09/2025] | |
| 10 |
Luis Alberto Sánchez Vásquez |
Amor primaveral [22/09/2024]. | |
| 09 |
Mercedes Uriarte Latorre |
Siempre será primavera el hoy [22/09/2024]. | |
| 08 |
Luis Alberto Sánchez Vásquez |
Primaveral temprano amor [22/09/2023] | |
| 07 |
Luis Alberto Sánchez Vásquez |
Juventud es Primavera [22/09/2022] | |
| 06 |
Ángel Lavalle Dios |
Primavera [25/09/2021]. | |
| 05 |
Luis Alberto Sánchez Vásquez |
Primavera. [22/09/2021]. | |
| 04 |
Deilú Elizabeth Oliveros Soto |
Primavera [23/09/2020]. | |
| 03 |
Luis Alberto Sánchez Vásquez |
A la Juventud | |
| 02 |
Jorge Wálter Villanueva Cabrera |
Florida Primavera | |
| 01 |
Camilo Terrones Cotrina |
Luis Alberto Sánchez Vásquez.
Te canto ¡Oh juventud!,
en este tu día de violáceas flores
frescas, primaverales.
Te canto a ti; en quien
la educación, tu persona esculpirá,
tu carácter; dando forma mejor
a tus ideales y aspiraciones.
A ti que en la enramada de tus sueños,
suspiras y esperas tendiendo las manos,
a tu linda pareja,
para bendecir, las leyes de la vida.
Y que proyectando y programando,
junto con tu generación;
plasmar buscas una sociedad,
más segura, y de equitativo
reparto del producto bruto,
del trabajo que ennoblece..
¡Oh juventud!, aprenderás
también que hay que saber esperar,
bendiciendo al tiempo;
y de lado dejando la impaciencia;
aprendiendo, que aunque difíciles
nos parezcan los momentos, que se viven;
serán siempre superados.
Y piensa sobre todo, en tus padres,
en tus hermanos; que con orgullo
tus éxitos mirarán, y ayudarte
sabrán; para superar las dificultades;
que tiemplan el carácter…
En este día dorado,
con el sol relumbrando en límpido
cielo azul, que se carga de nubes
de ensueño. Te celebro
y te canto ¡Oh juventud!
dorado tesoro; y esperanza
de mi patria.
Llilian Goicochea Ríos.

Luis Alberto Sánchez Vásquez
Enturbiado hasta el fondo
de horizontes yertos,
de charco está mi pena, bajo un sauce
de musgo acogedor. Y tildado
de corazón en tiza, sobre un pedrusco
está un recuerdo de amor,
que me brotó en setiembre, floreciendo
de estío soñador.
Lo distante azul está, y ya sin nubes;
y laderas de resecos arbustos, sin hojas
ni frutos me angustian, espaciado
en sus linderos de tu larga ausencia.
Los ocasos se insinúan, y ya triscando
sombras está el horizonte, esperando
a lo nuevo del amor;
del amor de juventud, que sin aguardar
a veces aparece,
hasta en lo enlodado de cualquier día
de la vida, sobre una fragante flor;
que viene a llenar mi alma,
de verdor y fresco colorido.
De la azul estación
por las juveniles frentes,
cómo está en el recuerdo reclinado,
de nosotros siempre amándonos;
bajo el primaveral árbol,
de tatuado corazón.
Mercedes Uriarte Latorre

Luis Alberto Sánchez Vásquez.
Por la rubia barba del día,
aún prendidos, caen pétalos de luz.
Y una flor es el cielo violáceo,
sobre cabelleras de prados y bosques
de sombras de brisas verduzcas,
picoteados por pájaros de colores,
en un manto tejido de azul;
ante la ventana vaporosa,
del horizonte en rosales de nubecillas.
Y en un cercano jardín, tras enredaderas
rejas, enrojecidas flores frescas, hay
como nubes al voltearse la copa del atardecer;
. y que avizoradas están, por los brillosos ojos,
encandilados de amor en la primaveral estación,
de unas jóvenes parejas que bailar quieren,
amorosamente, al ritmo de una caja de arena de rio.
A la caída del día, sobre hileras de crestas
de los cerros que grisáceamente irán oscureciéndose,
hasta destejerse la trenza de la noche;
despidiendo al día que se va.
Deshaciendo el agua violácea
de un bosquerío de nubes, aglomerándose
para después perderse, en la aérea ruta
del horizonte cerrando filas.
Cuando el sonido del cristal de las nubes,
que han oscurecido, invitan a las jóvenes
parejas enamoradas, a descansar el día.
Y vivir la magia colorida,
con luz amarilla y sonámbula del nocturno
mundo. Del primaveral. Temprano amor.
Luis Alberto Sánchez Vásquez
Juventud es primavera;
y de alegría, la estación descorre grisáceas nubes,
para que en limpidez de cielo, el rubio día derrame
sus pétalos de luz sobre frescos parques, a las sombras
de viviendas, al lado de edificios urbanizados,
y ventanales y paredes de casas antiguas del centro
y sus balcones; que el tiempo recorre calles y jirones;
despintara. Y con paso frenético de vehículos nuevos,
y chatarras, por ventanas pasajeras,
transeúntes, ojos miran las bellezas florecidas
de la juventud, y a la primavera estación;
que en musical trino de pájaros, amarillos
anuncian el claro despertar de la dormida naturaleza,
por valles y prados; en los azulados jardines
de ensueños e ilusiones de abiertas, blancas
corolas y pétalos, rosadamente perfumados,
con la alegría multicolor que amanece,
en su sazón mejor de juventud;
y que ser eterna quisiera, tomando
vaporosos, azules elixires bioquímicos
de laboratorios blancos.
¡Primavera es juventud!
que suspirar hace a los pechos enamorados,
entibiando musicales noches,
de iluminados parques y banquitas de citas;
donde en cincelado tatuaje de cantera de piel,
dibujado está tu corazón dulce y el mío; latiendo
amorosos, al unísono con la fecunda estación.
Y en el día bañado de sol,
desfiles cosmopolitas, hay por avenidas
de turistas estilizados con motivos alegóricos.
Y de un abierto botón de sedas,
reinas de belleza brotan,
con el polen de mieles de sedas y disfraces;
por blancas, amplias y rosadas avenidas
de doradas notas; al acompasado paso
de bailarinas waripoleras,
que homenaje rinden al mejor tiempo
de la juventud, que de claridad
y bríos opaca al fulgor del oro.
Y que brotar hace, al agua mágica
desinteresada del amor, como es el de los jóvenes;
para los cuales no hay problemas insolubles,
llevando el amor delante; para que en horas
de zozobra, nos oriente;
en la construcción de un mundo mejor.
Es día de la primavera ¡Y de la juventud!
su mejor estación.
Ángel Lavalle Dios.
Empieza la primavera
Florece la belleza en todo
Reverdece juventud lozana
La dicha completa de la vida
Descorre la mirada y sonríe
Felicidad desborda el alma
Derrama luz su tibio manto
Invernal la frialdad se esfuma
Se multiplican los nidos del amor
Renace el edén con tu presencia
Luego retornan los retoños otra vez
Cargados de promesas y nidales
Seguro me voy tú me comprendes
Irás dentro de mí por donde vaya
Es la ley y así siempre se cumple
Por amor la vida florece eternamente
Luis Alberto Sánchez Vásquez
En las brisas de tu mano
detenido, rojizo y fragante
en su cáscara, está el día.
Y con fuga de pájaros,
amarillo azul el horizonte;
de ramajes inextricables,
que con brida, sostiene
la encabritada luz.
Plácidamente onduladas
y detenidas, están las aguas
del tiempo de polen,
que del día, monda la estación.
Y es la primavera de floridos
campos, en el sueño juvenil
del amor a la vista;
de la fecundidad del polen
de luz, a los ojos asombrados,
que el jolgorio, descubren
de la amistad alegre de las plantas
y las flores, de las avenidas
y sus jardines colgantes;
que alegres posan, para ser filmadas…
Y tiernas mariposas de imágenes,
de aquí para allá, temblorosas se posan
en los verduzcos tallos de luz,
y se embeben, en las suaves y encarnadas
flores de fragancia,
de la primaveral estación;
que reflejos de luz,
germinar hacen de enamorados ojos
violáceos de los adolescentes;
cuando tiernos se miran,
abrazados, susurrándose
la magia del sonido dulce
de sus amorosas frases.
Y que recostados yacen, entre flores
de mil colores y aromas
en un ensueño de jardín,
del lechoso cielo;
con su azul velo de ilusiones.
Cuando sus vidas de pétalos
se abren, llenos de promesas
e ilusiones.
Deilú Elizabeth Oliveros Soto

Luis Alberto Sánchez Vásquez
En tu día, te celebro, y te canto
¡Oh juventud! tesoro de mi patria.
Y te recuerdo, que aunque no eres
todavía adulto; dejaste ya de ser
solo un niño.
Y viendo estoy, en tu broncíneo
porte de efebo; que tu vida bulle,
y sana se agita;
y que en copa dorada espuma
de azul, y hacia horizontes nuevos,
atisba refulgente tu mirada.
Porque para ti; lozana edad,
todavía no hay ocasos;
ni aún cuando el sol de cerros,
entre cenizas nubes, declina.
Y todo entonces, a tu paso
de albura, se restrega y amanece.
Y caminos nuevos y rutas
atisbas; y adivinas el porvenir
con que sueñas:
de nuevos mundos, para todos,
hasta el borde, por donde transitamos;
con las pobrezas a cuestas;
sin extender ya las manos,
que nuevas rutas, irá construyendo,
estrechándose. ¡Construyendo, siempre construyendo!
la paz de las sociedades justas. Solidarias.
Y te preparas a luchar y trabajar;
porque es lucha la vida; y descansos
ya no hay, para dormirte en tus laureles;
por tu tierra, tus padres, tus hermanos
y tu amada, que como tú iniciando va,
la construcción de un país más elevado,
sobre historias y el Imperio.
Dejando muy atrás, el desencanto
con que a diario vivimos, entre líneas grises,
cuando en aéreas noticias,
de la corrupción, nos informan
del delito en las instituciones;
creando con esto, anarquía
e inestabilidad. Las violencias
de todo tipo y pelaje,
que atentan contra el país..
¡Oh juventud! Tesoro de la Patria.
Si siempre algo, como una estrella,
te debe guiar; es el ejemplo
de los héroes, y antepasados;
que con honradez, trabajo,
valentía y amor;
la grandeza de mi tierra
el Perú hicieron.
Autor: Jorge Wálter Villanueva Cabrera
Les comparto este poema en homenaje a la estación de la primavera
cuyo autor es mi difunto padre Jorge Wálter Villanueva Cabrera.
Jorge Wálter Villanueva Cruzado
Florida Primavera, bella juventud
setiembre te trae a nuestra latitud.
Ostentando gallardía
en este benigno día.
Trasmontando picachos, selvas y desiertos
recibiendo en tu estela mil afectos.
En lontananza te levantas primorosa
presentando la frescura de una rosa.
Los rayos luminosos del astro rey
fielmente cumpliendo con estricta ley,
te conduce de vanguardia al salir
entre rubor de diamante y zafir.
Cielos magníficos y despejados
mares de perlas y diamantes cuajados;
vida y belleza en la inmensidad del orbe
primavera trae, y por ende, juventud concibe.
Las flores del jardín ya disecadas,
se convierten hoy en policromadas.
Los árboles del arcaico prado
renacen con haberte mirado.
Primavera prodigiosa
niña buena y sincera
recibe hoy nuestros loores
en este ramo de flores.
Se han fortalecido ya las plantas
a los seres animados les das caricias,
nuestro mundo hoy también siente
su lánguido corazón, placiente.
Primavera bella es ternura
de la fugaz nieve, la frescura;
del hermoso lirio, la pureza
y del magno clavel, la belleza.
Pasas...novedosa primavera
con tu ocaso, nace la nueva era
dejando vida en la multitud
y la estética en la juventud.
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N.R. Poesía ganador de concurso de Poesía en honor a la Primavera, año 1950
Camilo Terrones Cotrina
Inquieta mariposa…
Tu mirada, polícromo horizonte,
acicala incógnitos atisbos.
Y tu paso, rugiente torbellino,
es saeta de vanguardia,
centella previsora,
luz en el camino.
¡Juventud…!
Fresco jardín de rojas azucenas.
Miríada de canarios
cantando sinfonías inconformes.
Tu grito matutino
es protesta de los dioses
clarín de rebeldía.
Desgonzada brújula en la urbe,
apretujado trueno en la montaña.
¡Juventud…!
Controvertido pasajero.
Osado cóndor.
Tu vuelo es epopeya de grandeza,
ráfaga de truenos,
resonante eco,
grito victorioso.
¡Tierno ramillete!... Frágil esperanza.
II
¡Juventud…!
Alocado río cristalino.
En el mástil de los tiempos
palidece tu helénica cantata
y tu brillo gorrión adolorido,
se apaga en la luz de tus harapos,
en la turbulencia de oscuras avenidas
o en el fondo de tu risa congelada.
¡Juventud…!
Amalgama de lóbregas imágenes…
Entumecido enjambre,
muriente gota de rocío.
¡Juventud…!
Descarrilado torbellino.
Bajel de sombras holocaustas
cargado de sueños amapola.
Es tu voz agonizante catarata
río que muere en el desierto,
aurora que se apaga,
pétalo en otoño.
¡Maldita heroína!... Pálido horizonte.
III
¡Juventud…!
Relámpago de fe
saludando el medio día.
Descongela tu dinámica de péndulo
y acicala tu frente visionaria.
Descongela tu madero entumecido
prisionero entre sombras atilanas.
Descongela tus quimeras
tu palabra,
tu silencio,
tu mirada.
Vuela…
Vuela con la brisa de los vientos,
vuela a conquistar una estrella.
¡Oh! Juventud…
Desclava tu sonrisa del oscuro cigarrillo.
Desempolva tus huesos sin camino,
tu brújula sin norte,
tu sangre de guerrero.
¡Juventud…!
Rojos cataclismos
germinan en tu pecho,
antorchas de victoria
en los surcos de tu verbo.