Presentación Elecciones Generales 2021
Escribe César Alfaro Vargas
Keiko sigue creyendo que el poder, al igual que la materia, nunca se destruye, solo se trasforma. O se trasfiere (como en algún momento lo recibió de su padre).
Hoy por hoy, ha aceptado su derrota y reconocido al nuevo mandatario; sin embargo, nada nos garantiza que nos espera otro quinquenio de enfrentamientos (con otras características por no tener bancada mayoritaria).
Pero ¡Que va a seguir con sus pataletas! ¡Eso sí! Y ya lo hizo ni bien el profe estaba en aquello de su discurso. Ha dicho que: “Fuerza Popular será un muro de contención contra una constitución comunista que es una amenaza latente de cambios estructurales en los cimientos de nuestro desarrollo”.
Para mí esto es aprovechable pues recrea mis líneas, con una metáfora que alerta sobre la normalización de situaciones catastróficas, que no suceden de un solo golpe; pero a las que nos vamos acostumbrando, poco a poco. Y esto podría estar ocurriendo luego de tres batallas perdidas por la señora K.
O sea, luego de más de 10 años (más otros 5 que se pueden presentar), la Fujimori puede estar acostumbrándose a ello, como la clásica historieta de la rana, que colocada en agua cuya temperatura va aumentando, se quedarás en ella, hasta que la pobre termine hervida viva. Es decir, pese a la creciente temperatura, la rana no salta, para salvarse porque se acostumbra a aquello, que eventualmente lo mata.
En este año y medio en el cual vivimos una pandemia, podemos pensar mucho en la rana como símil de nuestra situación como especie humana, metidos en esta olla de agua sin darnos cuenta de que estamos a punto de hervirnos todos. Sobre las situaciones inaceptables a las que nos vamos acostumbramos día a día, encontramos numerosos ejemplos:
Uno de ellos: Son los rayos ultravioletas que nos incineran la piel por huecos en la capa de ozono que antes nos protegía.
Otro: Devastar cada vez más las zonas silvestres en nombre del desarrollo pese a que sabemos que hay vínculos entre la destrucción de áreas ricas en bio diversidad y la proliferación de nuevas enfermedades.
Y otro más; las ciudades costeras se van hundiendo frente a la elevación de las aguas por el calentamiento global. Pero vea usted. Este tan importante punto lo sabemos, pero es poco lo que hacemos Ni menos los países industrializados ni tampoco aquellas entidades internacionales (léase ONU) que deberían ponerse firmes y severos (empezando por el mismo EEUU).
No moriremos talvez como la rana hervida, pero si pereceremos como huevos fritos en sartén.
No deseamos que a la chinita le ocurra aquella metáfora de la rana hervida. Conste. No lo deseamos, pero ese podría ser el futuro más cercano del keikismo. Tampoco queremos que nos ocurra lo propio con lo de la gran problemática del calentamiento global.
Cuidadito señora K. Porque falta lo político. Y allí quiere usted hacer aparecer como normal a la corrupción, a la fragmentación y a la polarización. Y además quiere hacer aparecer como normal aquel pensamiento ya viejo de que “todo poder es una conspiración constante”.
Y porque finalmente, tu Keiko, has analizado bien y hace tiempo sabes que en política la traición es solo cuestión de tiempo. Viene a ser algo así como una ley natural inevitable.
Ley que tiene dos únicos componentes como son La Política y El tiempo. Es una ecuación que se utiliza en la vida y que sin importar el orden en que aparecieran los factores, siempre se cuenta con el mismo resultado.
No chinita. Tampoco pienses ya en ser jefa de una organización con características de “organización criminal”. Manéjate con juicio (diría mi bisabuelo). Mejor dicho, maneja con juicio los juicios que tienes pendiente.
Cajamarca, 02 de agosto 2021.