¡EMBAJADOR LUIS ROBERTO ARRIBASPLATA CAMPOS, PRESENTE!
Miguel, tú te escondiste
una noche de agosto, al alborear;
pero, en vez de ocultarte riendo, estabas triste.
Y tu gemelo corazón de esas tardes
extintas se ha aburrido de no encontrarte. Y ya
cae sombra en el alma.
César Vallejo
Malena, una frase repetitiva, “dónde hallar palabras, para consolar tanta pena”, pero cabe cuando el dolor arrecia en su fondo más hondo, echando por tierra la esperanza y el calor del volver. Se ha roto el tiempo en la concavidad eterna del adiós para siempre. Ya no hay vida, con esta vida, en que el mundo es castigado en todo su furor, pagando inocentes y culpables: La ruptura del equilibrio y la armonía de la naturaleza. Pero, el dolor es indescriptible al ver que nuestros seres queridos, son acribillados por esta guerra atroz. Nos sume en el silencio necesario, para rumiar nuestra pena que desborda calma y razón.
Sin embargo, LUIS ROBERTO, amigo de la vecindad de San José, los años de la infancia y algo después, tiene una historia que contar, escrita con mano decidida. Destacado EMBAJADOR en diversos lugares del mundo, desempeñando los cargos encomendados, con suma eficiencia y responsabilidad, ninguna queja o demérito en su limpia hoja de servicios. Más, la vida se va de repente, en esta cuerda floja por la que vamos trajinando en un ir y venir incierto.
LUIS ROBERTO, fue un hombre de humanísima cordura, de aliento suave, como las olas tibias del viento, que mece la tarde con el sol apaciguado, en el trajinar de los minutos y segundos, que marcan el horario de cada ser que habita la tierra.
Malena, amiga querida, estamos contigo, las compañeras, las hermanas de Promoción, quienes juramos, ante la Virgen del Rosario, sabernos amigas en todos los momentos alegres y tristes, cuajados del éxito o la pena; sobre todo hermanas en la pena, que baja tremenda en el alma de los seres que le dieron la vida a TITO, que compartieron con él, el camino de la libertad, para ser cada cual, a su manera.
Aída, vuestra madre, es valiente, ha pasado infortunios y los ha sabido llevar con hidalguía. Las compañeras de aquella década del 60 en el colegio de Fátima, nos reunimos, en la virtualidad de hoy, para recordar a TITO, como le conocíamos. Nos unimos para celebrar su vida, que fue fecunda, llena de bondad y cosas inolvidables.
¡LUIS ALBERTO ARRIBASPLATA CAMPOS, DESCANSA EN LA CASA DEL SEÑOR!
Cajamarca, 03 de febrero 2021.