Ir a Presentación Ir a Años nuevos
Madeja. Ángel Lavalle Dios. [01/01/2023].
2015 de la Abundancia. Francisco Henríquez. [03/01/2015].
Eres mi año nuevo. Manuel Salvador Leyva Martínez.
Soy el 2013. [01/01/2013].
Feliz año nuevo, amigo. Maria Beatriz Vicentelo Cayo. [29/01/2012].
Ángel Lavalle Dios
De año en año
redondea el tiempo su madeja
con hilos de cada día
del destino tejo la urdimbre
En su libro de aventuras
viene escribiendo la vida
sin contar de rumbos la historia
y siempre quedará en los tinteros
En cubiertas y sobre el mástil
más allá de lejanías
todo infinito es pequeño
si timonel son mis sueños
Irá por la borda todo lastre
que no ayude en la borrasca
no debe el corazón darse lujos
si amenazan las tormentas
(Saludos por Año Nuevo, 01-01-2021. Reeditado hoy 01-01-2023., con mis mejores deseos de éxito y prosperidad)
Por: Francisco Henríquez
Ha venido con tiempo el dos mil quince
porque al fin ha llegado sin repliegue
y si acaso ha tenido algún despliegue
su despliegue verá quien se lo pince.
En fin, que ya ha llegado sin esguince
y no hay razones para que reniegue
nadie del acto bello; quien lo niegue
o se pasa de sabio o se hace el lince.
Ahora, a contar meses por minutos
a sembrar y crecer y darse en frutos
para los muertos de letal calambre.
Dar de lo que se tiene siempre llena
la alacena del hambre y tu alacena
nunca se morirá de sed o de hambre.
Manuel Salvador Leyva Martínez.
Eres amigo hermano, el mejor Año Nuevo
que la vida me obsequia, al convertir mi invierno
en bella primavera y en gloria en vez de infierno,
porque al tener tu aprecio, no hay olvido malevo.
Con tu fiel compañía mi esperanza renuevo
mis espinas son rosas, todo lo áspero es tierno,
porque eres mi respaldo, mi bienestar eterno,
quién calma mis dolencias, si una plegaria elevo.
Eres el Año Nuevo que mi alegría festeja,
la bendición del cielo que en el alma me deja
el incienso infinito de la tranquilidad.
Mi gratitud no alcanza a pagar tu nobleza
ni mi palabra puede valorar la riqueza
del valioso tesoro de tu fraternidad.
Sí, llevo mucho tiempo esperando este turno
para encontrarme contigo,
ya se acerca el momento.
Aunque falta poco para que llegue,
aún no existo ¡Tú me vas a crear!
Me darás vida con tus proyectos,
tus pensamientos, tus palabras, tus sentimientos,
pero sobre todo con tus acciones.
Me llamo" 2013" aunque todos me conocen
con el poco original nombre de
"el año que entra".
Hasta hoy, no tengo forma,
no soy un año increíble, pero tampoco horrible,
no soy brillante ni opaco... ¿Cómo quieres que sea?
Pronto usarás esa agenda que lleva mi nombre
y, deseo que me concedas un privilegio.
Sólo uno. Quiero que me hagas
EL MEJOR AÑO DE TU VIDA.
A ver, ¿cuál de tus otros años te había pedido esto?
Te apuesto que NINGUNO.
Yo sí vengo y me planto con mis cuatro números
frente a ti, porque quiero ser el año
en que te atrevas a hacer más cosas;
el año en que pienses y actúes más en grande,
en que compartas tus talentos y capacidades
con mayor generosidad;
el año en que tu mente, corazón y cuerpo
produzcan mejores cosas,
en una forma honesta para tu beneficio
y el de los que te rodean.
El año en que más cariño
y atención brindes a los tuyos.
El año en que asumas tus Dones.
El año en que más te ames
Que el despertar y tu nueva conciencia
llegue a todos los que están cerca de Ti.
HOY me uno a las celebraciones
para despedir al 2012 "Ya se va" .
Sus altas y bajas se van con él.
Ahora me toca a mí...
POR FAVOR
Disfrútame úsame al máximo,
lléname de experiencias,
diviértete mientras estamos juntos,
quiero irme con el siguiente diciembre agotado,
pero lleno de cosas BUENAS
y con el privilegio de haber sido el mejor de TODOS.
Habré logrado mi propósito:
!VIVIRÉ para siempre en ti,
porque no podrás olvidar lo increíble
que fue nuestro tiempo juntos
y al terminar las campanas que anuncian mi llegada,
acuérdate de mí, respira profundo y. ¡adelante!
Con mucha ilusión espera este Año,
que sea de verdad con TODOS tus anhelos,
un maravilloso 2013
Con todo mi CORAZÓN Y CARIÑO.
Firma: 2013
Por: Maria Beatriz Vicentelo Cayo
Chosica, dic. 29 2012,
Estamos a escasos días de finalizar el año,
donde el muy ingrato, coge su morral,
y, después de haber cenado unos
buenos trozos de pavo, se nos va por
un camino donde no va a regresar.
Y se va, el sin vergüencita,
habiéndonos endeudado, con
muchas cuentas que tienen atraso:
disculpas acaso, que debemos a un amigo ofendido,
o, un gesto de favor , que no hemos agradecido.
Y, en nuestra inocencia, nosotros todavía
le hacemos una gran fiesta de despedida
con bombardas y algarabía, donde el brote de
burbujas del champagne acomedidas, dan paso
a nuestra desinhibición en pletóricas festividades
compartidas
Alzando la mano, el año ingrato se nos va,
dejándonos promesas incumplidas,
diciendo que regresará, reencarnado en
otro familiar, otro año cómo él igual,
que viene a compartir, nuestras cuitas,
con cínica desfachatez desmedida y
haciendo gala de gran naturalidad, se va
se va…mientras su madre, llamada VIDA,
sonríe lejana creyendo que es gracia concedida,
¡ay¡ ¡madre consentidora
que a su hijo afana, apañando sus majaderías¡
`Pero, ha sido simpático el tipejo,
vino con pañales y se va viejo,
vino sin nada, se va repleto de recuerdos,
ha mostrado cualidades de buen compañero,
para unos con cierto sabor amargo, para otros
amigo imperecedero.
Su andar carnavalesco, siempre con atuendos
medio grotescos, exhibe gorros, pitos y globos,
y hasta al más sordo, le rompe los tímpanos
acompañados de címbalos y graciosos gestos.
Ladrón por naturaleza, hurta siempre sonrisas
por calles y pasarelas, mientras el que
está afligido, se rasca la cabeza,
pensando cómo es que, increíblemente ha reído.
Es que el año viejo, tiene sus andares
de glamorosos bardos y graciosos juglares
y entre bailes, versos, alardes, bullicio y juegos,
festejamos con candidez , un ¡ FELIZ AÑO NUEVO¡
Y sin perder la esperanza, de la mejoría
continuamos con optimismo nuestra alegría,
dejándonos llevar por la andanada de ansias
a fin de continuar el eterno festejo de chanza,
donde los romances, corren sus riesgos,
entre éteres de glamor, fiestas, guiños y coqueteos.
¡ay¡ con tanta risa y abrazos, nos carcajeamos
con el bandido, e intercambiando trapos amarillos,
decimos con las doce campanadas,
entre bullicio y enorme entusiasmo.
¡FELIZ AÑO, AMIGO GRANDE Y QUERIDO¡