Día del Campesino.

 

 

Ir a Presentación   Ir al Día del Campesino

 

 

 

Poemas alusivos al "Día del Campesino"

 

Autor   Poema Fecha
10 Luis Alberto Sánchez Vásquez   Trabajadora campesina [23/06/2024]
09 Luis Alberto Sánchez Vásquez   El Sol del Inti Raymi de Junio [23/06/2023]
08 Luis Alberto Sánchez Vásquez   Al campesino en su día [24/06/2022].
07 Glendy Ramos   Lugar donde nací [24/06/2021].
06 Mercedes Uriarte Latorre   A la mujer del campo [24/06/2021]
05 Jim Villena   Arando sueños [24/06/2021]
04 Luis Alberto Sánchez Vásquez   Vendedoras campesinas [23/06/2021]
03 Jorge Walter Villanueva Cabrera   Serás [25/06/2018]
02

Luis Sánchez Vásquez

  Desfile campesino [22/06/2018]
01

Mario Florián

  La aguja del Campesino [20/06/2018]

 


 

 

TRABAJADORA CAMPESINA

Luis Alberto Sánchez Vásquez

Bajo la brisa polvorienta del día,

estatuada por graderías,

luce una mujer campesina

de pollera.

Y es la misma, que animada

y sentada, dando de comer sus hijitos,

la morada tuna te ofrece.

Ahora, rasantes han pasado,

y pasan, relumbrantes las horas

de motos y humeante

chatarra; más vehículos de toda laya;

por la pista parchada; vereda abajo.

Y allí; en su improvisado

puestito de ventas; la trabajadora

del campo, entre plátanos,

y fragantes verdes limas; apetitosos

ofrece y pelados, la pulpa vegetal

de unas tunas; que en el revoltijo

silvestre del campo, recogidas

fueran de sus verdecitas paletas

de cochinilla, que destilada

en su morado tinte oscuro: al anaco,

la chompa y el chal, dan el dulce

sabor de su color.

Y así ofertadas, en plásticas bolsitas;

la vendedora del campo, y sus niños

que escolares colorean sus tareas;

espera que las compres, y consumas,

¡Oh sediento lector!, que curioseando

pasas; el mercado de vereda

que oferta estas silvestres,

y deliciosas frutas.

Cajamarca, 23 de junio 2024.

 Ir al inicio


EL  SOL

DEL INTI RAYMI DE JUNIO

Luis Alberto Sánchez Vásquez

Con el sol, en el Inti Raymi

de junio calendario;

la gente brindaba madura la chicha

en tinajón de oro.  En media plaza,

de música de pututos.

Doradamente laminado,

su templo con unción.

Y se le ofrecía también de comer,

y chacchar coca; cuando sentado,

como bulto, en el escaño más alto,

lucía pedrerías de plumas de colores;

en tanto la gente, se le postraba por tierra.

El sol que no tenía otro hijo,

que el Inca de resplandeciente faz,

que bajar hacía las miradas.

El sol, en esta fiesta de junio

luminoso en su templo

cercado de cañas, mazorcas

y hojas de oro de maíz copiado;

con sus acllas encerradas,

que simulaban cohabitar con él;

y que bajaba a beber, en el agua

de piedra Koricancha…

El sol del calendario dorado inca,

vistoso y refulgente ante la gente

vestida de colores, danzando regiamente.

Y cuando los jefes y sacerdotes,

deseaban pedirle algún favor,

se sacrificaban guanacos,

y a su encuentro por la mañana,

iban; hasta la cima de un tramo de escalera

de piedra. Con la gente portando estatuas

de leños de quishuar, vistosamente a colores

vestidas, y bien alegres cantando, libando

y derramando coloridas flores

por el camino.

Golpeando las manos, frotándolas,

y levantándolas para tocarlo

en el cielo….

Y también durante el año calendario

con oraciones en alta voz; ayunos

y sacrificios, durante los eclipses,

se lo invocaba. Orientando las puertas

de sus sepulturas y las torrecillas

de entierro por el este;

a su radiante salida.

Con refulgente, incognoscible,

y dorada faz.

Para que una vez,

vuelta el alma a su cuerpo,

de madrugada, lo haya de reverenciar.

Cajamarca, 23 de junio 2023.

 Ir al inicio


AL CAMPESINO EN SU DIA

Luis Alberto Sánchez Vásquez.

Cultivando la tierra, con tus manos

su fruto nos das ¡Oh campesino!

con la alegría del trabajo; perlando tu frente.

La madre tierra, abonada por el estiércol

de animales, y auquénidos; como durante el Incario,

los surcos fértiles de alturas, al atado del sol.

Y qué medida en tupos, aseguraba

en los tambos, lo suficiente para vivir.

¡Oh hermano del campo!,

que en casita de adobes, vives

con la alegría de la naturaleza,

y nubes bajas blancas, en límpido cielo;

con el espigado viento;

y pisadas circulares de cascos de trilla

del graneado trigo, y la cebada dorada.

Y a diario, nos ofreces, el alimento,

para con nuestros hijos, poder subsistir.

¡Oh ¡campesino devoto; que con saco blanco

de fiesta, reventando fuetazos, en la procesión

de San isidro; con devoción pides al cielo

caiga ¡La lluvia buena! que fecunda;

sus hilos frescos destejidos de oscuras

nubes para tejer del campo su verdor.

y no sufran ni pastos, ni puquios;

ni las vasijas de prolongada sed.

Y así poder sembrarse la papita,

que morada florea; el verde panca

del maíz de amarillo grano.

Y lo mismo la quinua,

la amarillenta cebada, y el haba sancochada;

delicias de nuestra cocina,

de nutrientes de alto valor…

Y con tu colorida comunidad, gestionas

y luchas por la claridad pura

y la limpieza del agua;

que brotar hace del plantío,

la maduración del fruto; y festivas

clarinadas de nuestro cashua de cosecha.

Y sin esta tu diaria, y agobiante labor,

no viviríamos. Porque otras actividades

importantes hay, como la minería

codiciosa igual que en la colonia;

que a larga solo dejan, insondables socavones;

derruidos cerros contaminados, por técnicas

transnacionales, que se apoderan

de las fértiles tierras comunales,

de las faldas amorosas de los cerros,

desplazando a sus legítimos dueños;

solo porque la refulgente, dorada balanza

de los precios internacionales,

señala que el precio de metales

está bien arriba, para beneficio de inversionistas

y doradas burocracias; que succionan

la inversión del capital.

Y en este tu día, cada año recordado

con azul cinta de unción:

¡Oh hermano campesino!

Habrás de orgullosamente alegrarte

y festejar, bailando un huaynito

con tu pareja; libando un poto

de la dulce chicha de maíz…

Y también llegado el momento,

sin tregua habrás luchar por tu tierra

marrón de verde agricultura;

la fuente de vida de nuestro país

 Ir al inicio


LUGAR DONDE NACÍ

 

Feliz Día del Campesino

Glendy Ramos – 2021

 

Vivo en la sierra, andina casa

de mi corazón.

Aquí respiro, infinitud y lejanía,

Me expando entre los valles

interiores de las montañas,

gozando el aroma

de los henos en los prados.

Apaciento mis palabras en el dulzor

de la tierra labrada y húmeda,

trepo hasta el crepúsculo

donde se abre una puerta

que me lleva a un mundo de misterio

que se viene con la noche.

Y aquí, entre la cordillera

renazco cada alborada,

como cada flor de los andes.

Pienso, mientras los rayos del sol

inundan la plaza de mi pueblo

con su oro antiguo y siempre cálido,

“Privilegio, el haber nacido

entre viento andino, caja y flauta,

entre ríos rumorosos en la mirada,

entre clarines, rayos y dioses

Privilegio de haber nacido

en mi andina Cajamarca.

 Ir al inicio


A LA MUJER DEL CAMPO

 

Mercedes Uriarte Latorre

Hoy 24 de junio felicitar a los campesinos artífices de lo que siempre tenemos para degustar en la mesa. En especial a la MUJER DEL CAMPO.

Hago causa común con lo dicho por La Red de Mujeres Rurales de América Latina y el Caribe cuando dicen: “Nosotras damos de comer a la humanidad”. Para todas ellas estas letras

 

Hilandera mágica de raíces profundas,

modelada por el Dios Divino,

agricultora y cantarina es la mujer campesina.

Mujer encantadora, de noble y gran corazón:

¡cómo no vas a estar orgullosa

si de tu vientre de jazmines…, nace el varón!

Mujer trabajadora, infatigable.

Mujer de mil oficios y de prioridades

que trabajas la tierra

hasta que, en el horizonte, se pierde el Sol,

¡sin importar, siquiera,

las inclemencias y el devenir del tiempo,

que van curtiendo la piel

de tus manos, tu rostro y tus pies!

Mujer fuerte y laboriosa

que, con tus manitas de ajos y fogones, tejes

mantas, alforjas, saquetas y telares

para recoger del campo la producción.

Mujer con botitas de barro

que, a toda prisa, sobre tus espaldas, llevas

al hijo de tus entrañas, al campo o a la reunión

para seguir hilando la vida de tu creación.

Tú sabes que…, en las costas de Lambayeque,

se fabrica el rico King Kong;

pero el producto de tus tierras:

¡es el Café de Exportación!

Sombrita Napelui

---------------------

De: Sinfonía para la mujer del campo.

 

 Ir al inicio


ARANDO SUEÑOS

Jim Villena

 

Tú,

que en el día a día

enjugas el sudor con la fe,

y vas arando tus sueños

desde el pestañeo del amanecer al ocaso.

Tú que llevas a cuesta la labor

digna encomendada por el creador,

y floreces el campo en el horizonte

con la sonrisa del pan llevar.

Y vas por el sendero olvidado

por los mezquinos a quienes alimentas,

pero sigues en tu destino

fiel al encargo de Dios.

Y vas cobijando a la luna,

y con chaquitaclla en mano

cuelgas al sol en el ventanal

del iris de la Pachamama,

mientras haces emerger

la vida de tus manos.

Y sonríes al desdén del mundo,

cantando a la sombra de la quena

mientras la vida brota de tus sueños,

Y bendices la tierra con tu llanto.

Y vas por el sendero mojado,

arando los sueños de todos

en el jardín olvidado,

floreciendo el maná

que el supremo a ti ha encargado.

Y vas,

cantando a la sombra

de los sueños del mundo.

-------------

Foto: Jonathan Josué Terreros Monteros

https://www.facebook.com/jonitho.terreros1

 Ir al inicio


 

VENDEDORAS CAMPESINAS

Luis Alberto Sánchez Vásquez.

En plato pequeño,

una mujer joven,

vende en vereda, comida

al hambriento comensal;

mientras sus pequeños,

aguardan del fondo de la olla,

lo sobrante.

Otra, ante ollas de aluminio

humeando al destaparlas,

te ofrece sancochado el choclo;

en pancas las humitas,

y en verde achira, amarrado,

calientito, amarillento el tamal.

Y son varios los que alrededor

y con ganas,

esperan como clientes se les sirva

de comer.

Y arribita nomás,

otra hay que agachada,

cabecea y dormita;

seno al aire; y pobrecito

su pequeño,

que bajo su regazo,

asir quiere en vano,

con boquita ansiosa,

al húmedo y oscuro pezón.

Y sofocante el sol,

ennegrece, el dorso sudoroso,

las desnudas espaldas,

de unos cargadores,

que con esfuerzo doloroso,

de un camión descargan,

costales de arroz.

Y uno de ellos,

un respiro quiere,

de la vigilante mirada

del chofer, que no da

un minuto más de retraso.

Y revuelto es el caudal

de vehículos de marcas,

y modelos diferentes,

que arrojando espeso

y contaminante humo, pasan

a las eléctricas miradas

del semáforo, y contundentes

pitazos de una policía.

Mientras en usados platos,

apilados por la vendedora,

las moscas, se posan

en cucharas, recorren

platos, ennegrecen

frutas y zumban.

Y como durmiendo sigue,

se sientan en su boca,

y en los párpados de su bebé,

que fastidiado, termina

desgañitándose.

Y unos canes, por las sobras

de unas piltrafas gruñen.

En tanto, un pobre muchacho,

fatigado corre, escondiendo

en la mano una moneda

desgastada que encontró,

en el polvo amontonado,

por la tarde.

 Ir al inicio


Serás

 

En el día del campesino.

Jorge Walter Villanueva Cruzado


Por qué tengo que mirarte
como antes,
como te conocí.

Desde que la tierna lluvia
cae en tu rostro y así, 
sigues siendo la misma, atada a la lluvia
en su ternura, candidez e inocencia.

Desde entonces amo la lluvia contigo.
Bajo tejados, blancas paredes,
tu alma persiste y resiste, bella acuariana.

En caminos doblegados por tu andar,
sobre esta tierra dominas con dulzor
y sacrificio: La siembra y labores
que tus manos perpetúan,
mujer andina.

Serás la lluvia que cae para volver a nacer,
y el tiempo no muere cada vez
que la ternura de tu ser renace en tu mirada,
mirarás al sol amada y el mañana brillará contigo.

Serás lámpara inquebrantable, tu luz y tu mirada
cobijarán esperanza de un nuevo mañana.

 Ir al inicio


DESFILE CAMPESINO

Luis Sánchez Vásquez

Sonando clarines, tocando flautas.

Percutiendo la plaza, con trajes

multicolores, desfilan campesinos.

Es mediodía, luego del mitin;

y vivando  a viva voz;

ante el público que aplaude;

reventando el aire, con músicas

de fiesta; clarinada metálica de sol.

Con rumor sofocado de manshiles,

animosos desfilan.

De blanquizcos y rayados

caminitos, de los más grises

cerros, han bajado.

De casitas coloradas, refulgiendo

el techo. Del quebrado rincón,

más apartado; desflejando

en banderola, al cielo escrito.

Y levantando al día; desde el cerro,

avivando , han llegado. Estremeciendo

el viento de fachadas;

a ambos lados de la plaza.

Y ya dan vuelta a la prefectura,

y la gobernación. Saludando

las autoridades.

Con sonar de boquilla

de amarillo clarín, que las campanas

enmudecen en su broncíneo

redoblar de ceremonias, paradas,

y desfiles, ante el estrado oficial.

Y bajan amplia la pista, repleta

de gente. Tejidas sus ropas,

hiladas por la luna, en troncos

de árboles; el claro marrón

de sus ponchos, y con verde

del valle sus chompas.

Renegridos sus cabellos,

y animosos los ojos.

¡Y ya pasan por aquí! gallardo

el paso; arrancando frenéticos

aplausos. Casi descolgados

sus bebés, a la espalda.

Al finalizar la mañana,

del mitin por su día.

 Ir al inicio


LA AGUJA DEL CAMPESINO

Ir al inicio


Ir a Presentación   Ir al Día del Campesino