Libros de Cajamarca - 2004
|
||
|
Prólogo El título que ha escogido Iván Chávez Mendo para su novela, corresponde exactamente al contenido. Los personajes principales son inocentes, por no decir deliciosamente inocentes, y sueñan. Mariano, el protagonista de la novela, llamado "bebé" por su enamorada, es un niño grande; un niño que observa todo, reflexiona y dice las cosas que siente con una claridad ingenua. Como también lo hace la misma enamorada, Silvia, mayor que él, con una experiencia de vida que sólo una prostituta puede tener. Ambos personajes, más Carmelo y Carmela, hacen pensar en la frase bíblica: De la boca de los niños y de los que aún maman te preparaste alabanza (Mt. 21, 16); salvo que en el caso de este grupo, especialmente de Mariano, muchas de las cosas dichas no son alabanzas. |
|
Más bien, nos encontramos leyendo una crítica dura de la Universidad
Nacional de Cajamarca, con sus profesores mediocres, mezquinos y
corruptos. A través de Mariano, Iván, critica una juventud muchas veces
conformista e hipócrita, atrapada en una sociedad consumista,
materialista y hueca. Se burla de la ropa femenina tan fea que
actualmente está de moda, y expone la incomprensión casi total entre las
generaciones.
Mariano no sólo es
sincero, sino sumamente sensible; sensible con respecto a sí mismo y con
los demás. Una anciana que pide limosna, lo conmueve. No puede tener
sexo con una chica hasta que sienta un profundo amor por ella, porque no
acepta que una mujer sea simplemente un objeto para satisfacer el
instinto sexual del varón. Mariano también es portavoz de aquellos
jóvenes que rechazan la sociedad que les rodea. Dice lo que siente sin
pelos en la lengua y llama a esta sociedad una mierda. Agradece a Dios
cuando ingresa a la U gritando: ¡Bien, conchasumadre, bien! ... Gracias.
Viejo. Se emborracha de alegría y de pena. La sensibilidad de Mariano lo
obliga a pensar y le impulsa hacia la literatura y la poesía. En esta
última, demuestra que hay un vínculo estrecho entre ella y la filosofía
que interesantemente, es un eslabón importante en el pensamiento de otro
Mariano; esta vez no un personaje ficticio de una novela sino el
filosofo cajamarquino, Mariano Iberico Rodríguez, 1893 - 1974.
Aunque haya un intento de suicidio y momentos de profunda angustia y tristeza para todos los personajes principales, la novela tiene un fin feliz. Creo que este fin es el sueño del autor y espero que, un día, se transforme en realidad.
Miguel Gamett, Cajamarca, Setiembre del 2004. |
||
|
||
|
Con el título “Iglesia y Estado - 180 años de discriminación religiosa en el Perú”, el periodista evangélico Tito Pérez acaba de poner en circulación un libro sobre las relaciones privilegiadas que ha tenido y tiene la Iglesia Católica con el poder estatal. “Hay una confesión religiosa que vive a expensas del Estado, del cual recibe terrenos para edificar sus parroquias, dinero para construir esas parroquias, sueldos para los sacerdotes que dirigen las parroquias, pensiones para los sacerdotes jubilados de tales parroquias”, Agrega que esa confesión, la católica, “recibe exoneraciones tributarias para las referidas parroquias, y más dinero para reconstruir o restaurar las parroquias cuando sufren averías por fenómenos naturales o de otra índole”. |
|
|
|
|
|
PALABRAS SOBRE UNOS VERSOS QUE ENCARNAN MI VIDA Heber Ocaña Granados * Gracias a los mensajes permanentes de El Ornitorrinco supe de la existencia terrenal de un poemario de Víctor Hugo Alvítez** publicado en Chimbote, cuyo título me impactó en cuanto deposité mi mirada sobre las 16 letras que lo conforman: Árbol era esa mujer. “¡Mierda! –grité– qué buen título”. Desde ese momento ansié albergar en mis manos a “esa mujer que fue árbol”. La imaginé desprendiéndose de una alforja, tiñéndose con el color ancestral de San Miguel de Cajamarca, la tierra de su autor; me la figuré libre y soberana, desparramando en su andar hojas con silueta de cariño; imaginé el reino del matriarcado... todo fue imaginación. Un mes después, aquí en Madrid, pude tocar la pulpa de su vigor y la excelsa versatilidad con que se desplaza hacia mundos que anuncian que todo es posible “con sus veranos siempre florecientes”. |
|
La verdad, fueron dos los poemas que me
impactaron en desmedro de mi alegría, porque más que nunca anhelé estar
cerca de los míos, y me cayeron fatales los minutos de lectura. Aún así,
el libro permaneció en mis manos.
El tren hacia Fuenlabrada seguía su rumbo, unos bajaban otros subían, ¡qué mierda importaba!, estábamos los poemas y yo, solos, nadie más. En una suerte de rito, nos desnudamos, rezamos, nos acariciamos y lamimos de puro gusto y capricho. La verdad que sentí el placer de los versos y en ese momento saqué mis propias conclusiones: un buen poema es aquel que me hace reír a solas, me cosquillea el alma y provoca una carcajada “que me jode” (como dicen los españoles); pero un mal poema me pone serio, desganado, frío, un mal poema tartamudea hasta en la más celebrada palabra. Sin embargo, con los versos del poema “Árbol era esa mujer”, el que da título al libro, me reí a carcajadas porque sentí la finura del torso desnudo de mi esposa lejana, sus pechos equilibrados por la magnificencia de la naturaleza y que un día me los ofreció para enseñorearme con ellos y delirar en su olor de mujer mochica. ---------- (*) Heber Ocaña Granados (Huarmey, 1967), reside actualmente en Madrid, España, donde ha obtenido importantes reconocimientos por su poesía. Es autor de los poemarios Así hablan los vientos y Canción de los ancestros, entre otros, y de la antología narrativa Relatos de la bella Warmy. |
||
|
|
|
|
En el BlogSpot espinasdemaram2, comentan: "En los labios de Celendín, una investigación que recopila el léxico de origen quechua incorporado al habla cotidiana celendina, que en la actualidad tiende a extinguirse.Además el libro contiene construcciones sintácticas con la inclusión de ese vocabulario, y una muestra de poesía celendina que abarca desde Pedro Ortiz Montoya, seguido de Julio Garrido M., Marcial Silva Pinedo, Antonieta Inga, Julio Velásquez, Jorge Izquierdo, Elba del Carpio, Pompeyo Silva, Moisés Chávez V. y otros." Jorge Horna, manifiesta: "Este trabajo no pretende ser un instrumento de consulta, pues carece de una investigación especializada sobre la etimología y evolución del léxico. Realmente está inspirado en una honda vocación de preservación de nuestras tradiciones y por un afán e inquietud de forjar una auténtica y colectiva personalidad local o regional inmersa en el desarrollo histórico de la nación." |