CANTARES DE MUJER
Adiós compañero!!!!!
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Yo quiero que a mí me entierren
Cuando la vida pase Inti Illimani} |
Socorro Barrantes Zurita
COMPAÑERO MARCO, en esta hora que arrecia el dolor en todo el mundo, ese pequeño mundo de tu hogar te ve partir con ese dolor inexplicable, que causa el viaje final de un ser amado. Tu hogar, recordará cada uno de los pasos que te costaron, para dejarlo lo mejor y más bonito. Luchaste, trabajaste, soñaste por ese hogar que junto a tu fidelísima Isabel, fueron construyendo entre risas y amarguras. Suena la trompeta abriendo el infinito. No hay maletas, ni flores, ni adioses, ni café para despedirte. No estarán los amigos, ni siquiera los íntimos, haciendo guardia para la despedida.
Te vas solito, compañero de luchas sociales por varios años, sobre todo, aquellos juveniles, que nos hacían soñar, con una sociedad perfecta, que habrían conquistado los obreros, los campesinos, la juventud, las mujeres. Esa sociedad, hasta hoy es un sueño. Sueño necesario para enrumbar las luchas por los derechos del hombre y la mujer. Luchas que se quedaron en el camino, pero que en el trayecto fueron conquistando lo que hace falta para la dignidad humana. Tu lucha quedará escrita en la historia de esta tierra. Ese trozo de lucha que junto a tantos compañeros, soñadores como nosotros, quedará registrado en la sonrisa del niño campesino que ya puede ir a la escuela, del obrero que exige sus horas legales de trabajo, en los ideales del campesino que ya tiene hijos ingenieros e hijas profesionales.
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Tus correrías, evadiendo la represión en la subida a Huacataz, Negriitos, Combayo, San Marcos; luego las pintas que hacíamos de madrugada, las tremendas horas de discusiones partidarias políticas hasta el amanecer, el pueblo no puede olvidarlo. Tu nombre será registrado en el viento para volver, en la tenacidad de tus nietecitos, los que volverán a luchar por la dignidad del hombre y la mujer. Tantas ilusiones que nos hicimos Marco, encenderán nuevas banderas en el firmamento, por los campos y ciudades, nuevas siembras volverán a soñar, como lo hicimos nosotros, por una sociedad hermosa justa, equitativa, creadora
Perdona compañero, que después de tanto tiempo, recién ahora que partes al otro lado del río, venga a despedirte, retomando ese sueño de ser libres del poder opresor. Te acompañan el afecto de amigos entrañables, compañeros, los sonidos bonitos de tu hogar, de tus hijos, nietos y sobre todo de tu Isabel, compañera inseparable hasta este adiós postrero. Dios, en el silencio abrumador en que partes, te recibe con alegría junto a tu Madre eterna. |