A ROSITA SÁNCHEZ, MI ALMA GEMELA
CARTA AL CIELO
Rosita Sánchez
A 25 años de tu partida a la Vida Eterna, brota en mi cancina mente uno y mil recuerdos de aquella etapa feliz en que compartimos nuestros juegos infantiles con el más puro candor de la inocencia. Caminábamos, ¿recuerdas?, muy juntas, cogidas de la mano, por aquellas callecitas de apacible quietud, desde el barrio San José hasta el de San Sebastián y viceversa, para cumplir encargos de nuestros mayores.
En los momentos de ocio y de travesura a las ganaditas trepábamos hasta lo alto del frondoso capulí o del añoso duraznero de la huerta familiar, para saciarnos con sus dulzones frutos o simplemente para balancearnos en sus generosos ramales.
¡Qué pronto pasaron los años! ¡Parece mentira que fuera ya un cuarto de siglo que el dolor de tu muerte nos hirió de manera tan honda! El torbellino del tiempo enrumbó nuestras vidas por diferentes rutas… ¡y nunca más volvimos a encontrarnos! Hoy, a tantos años de tu partida al sideral espacio te busco en lejanas estrellas, en el arco iris de fino cristal que nace en nuestros puquiales andinos para perderse en el azul infinito, te busco en la lluvia buena que baja de los roquedales entre relámpagos y truenos… ¡y no te puedo encontrar, como quisiera, salvo en medio de este enraizado recuerdo de lo que compartimos y que es lo que me permite conservar el optimismo que sigues viviendo y mirándonos de algún modo!
Esta tarde de añoranza, al ojear un manojo de fotografías que me alcanzó tu muy amada hija Marthita, puedo apreciar que en tu adultez abrazaste con gran celo el hermoso apostolado magisterial, para burilar con esmerada vocación las tiernas edades de tus pupilos, inculcándoles con ternura el valor de las cualidades éticas, intelectuales y afectivas, haciendo de ellos los mejores estudiantes en las competencias inter escolares de los distritos cercanos al cálido y acogedor pueblo de Magdalena, donde por más de veinte años echaste raíces y, tiempo después, en bendecido matrimonio te uniste al amor de tu vida: Agustín Pretell, joven maestro también, y trajeron al mundo a sus cinco hermosos retoños: Martha Elena, Héctor Antenor, Néstor Agustín, Víctor Hugo y Ricardo Alfonso, de los cuales fuiste tú la dulce Jardinera y Maestra ideal.
Espero reencontrarte y en ese espacio de belleza y paz inenarrable volveremos a ser felices otra vez, como las hermanas que ansiaron juntas ese reencuentro. En tanto dure la ansiada espera, seguiré arropando con infinito amor tu imagen siempre amada, apacible y buena, de hablar suavecito y sonrisa angelical.
Rosita querida, tú sabes perfectamente que jamás te olvido, y que el dolor por tu muerte se ha refrescado en numerosas ocasiones porque todavía tenías mucho que seguir dando de buen ejemplo, guía, amor y de cada una de tus cualidades y capacidad no solamente a tu amada familia sino al mundo.
Cajamarca, 11 de junio 2021
Consuelo Lezcano Ruiz
Fotografías del recuerdo:
Agustín Pretell y Rosita Sánchez. Recién casados
|
Con su esposo e hijos
|
Celebrando cumpleaños
|
Con sus alumnos ganadores en un concurso interescolar
|
Con su alumnas festejando un cumpleaños |