AMANDA Y MI AMIGO EL MUDO

 

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Fransiles Gallardo

 

En un solo día, dos paisanos magdaleninos de Cajamarca, casi mi generación, han fallecido.

Amanda Berrospi Plasencia, la primera mujer independiente de mi pueblo.

Adolescente aún y terminando la secundaria en Cajamarca, fue la primera muchacha en viajar a Lima, para hacerse Normalista (profesora), en el exclusivo Instituto Pedagógico Nacional de Monterrico. Eran los finales de los años 60 y el viaje duraba casi 3 días.

La primera mujer de mi tierra en pilotar un vehículo. La recuerdo manejando su “escarabajo” un Volkswagen negro de los años 60.

Contemporánea de lis hermanos Arturo y Gloria Elena.

Yo, un muchachito aún, recuerdo a mi hermano y los muchachos de su época, yendo en comisión hasta la casa de don Demetrio, su padre, para pedirle permiso, para que “la señorita Amanda” asista al baile social, que estaban organizando.

Eran otros tiempos. Las señoritas asistían con permiso y a veces con sus madres.

La traté un par de veces, por su hermano Lucho, que era mi amigo. Tampoco frecuentó mucho a los paisanos.

Lo último que supe fue, que fundó un Jardín de la Infancia, del cual era directora.

Luis Días Araujo, mi querido Mudo.

Como no acordarme de ti.

Recuerdo cuando ingresaste a primero de secundaria, al Colegio de Magdalena, y yo estaba en Quinto y era el Brigadier General y me mirabas asustado.

Luego vendrían las clásicas noches deportivas, donde jugabas por el clan Luis y yo en el Estudiantil.

En mis retornos a la tierra, estabas allí, para ir a la bodega del Coriolano Tafur, para que con media bucha (media botella de aguardiente) y su borrador (una coca cola) con un trago Sheen, el Corio (nuestro periódico parlante) en media hora, me informara de todo lo sucedido en mi ausencia, con datos y buena memoria y tú, le querías pagar con esos billetes que Fujimori, había devaluado.

O ibas por la calle con el calor del medio día magdalenino, con una botella de agua mineral en la mano. Y me la hiciste. “Frank, agüita para el calor y la sed” “claro Mudo, gracias” y me tomé un gran trago. No era agua, era aguardiente de caña.

Tal vez muchos no sepan el porqué de tu chapa de Mudo. Así te quedabas cuando te emborrachabas.

Te fuiste en tu ley. Y te fuiste sin hacerle daño a nadie.

Un salud, de siempre.

Cajamarca, 14 de agosto 2021.

 

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