Guillermo Alfonso Bazán Becerra
Hoy -2 de julio- se cumple un año más de la muerte física del admirable Amigo, extraordinario Poeta y multifacético Don Manuel Ibáñez Rosazza.
Vuelvo a rendirle merecido homenaje, refrescando el poema que le dediqué hace casi 30 años y que formó parte de la antología en su memoria.
La foto es una de las que tuve la satisfacción de tomarle, esa vez con uno de sus compañeros de promoción colegial.
Mañuco: tú y quienes hicieron de su vida un ejemplo, jamás mueren.
. . . A Manuel Ibáñez Rosazza,
. . . ilustre cajamarquino de adopción.
.
No te he visto, Mañuco, en muchos meses:
¡tanto tiempo no te he vuelto a abrazar!
Nuestros pasos no avanzarán en yunta
y, parece mentira, tu voz no he de escuchar...
.
Las calles en Trujillo y el cielo en Cajamarca
esperaron por días que te vuelva a encontrar.
Y hoy que por fin he vuelto a respirar del Cumbe,
me insisten que tú has muerto... ¡que te has
callado ya!
.
Me cuentan pormenores del velorio y sepelio,
de las instituciones que tu pecho albergó,
de tus tantos alumnos, de tus muchos amigos,
del sermón de tu misa, de los llantos queridos,
de la gran muchedumbre detrás del ataúd...
¡Me han dicho pormenores con dolor verdadero,
por lo que tú pasaste todo ese atardecer...!
.
Pero... ¿por qué me mienten? ¿Por qué afirman eso?
¿Quién inventó esa historia de tu “muerte–final”?
¿Acaso pretendían que no te busque ni halle?
¿Acaso esperaban que les crea, nomás...?
.
Mañuco: ¡ellos no saben que somos tan amigos...
que con un mismo verso podemos comulgar!
Por eso sin creerles caminé en Cajamarca
y aquí les cuento a todos que te he vuelto a
encontrar:
en el árbol de Aylambo que sembraste con Pablo,
en la chocita humilde del poblador rural,
en las coplas de “carnas” que canto en el
recuerdo,
en afiches que hiciste... ¡y en la Triple A!
.
Mañuco, tú no has muerto, yo lo puedo jurar,
porque en la oficinita del Silvo Agropecuario
yo escucharía tus pasos, si volviera allá...
.
Como pocos te encuentro presente en Cajamarca:
en sus piedras calladas que supiste tallar
con cinceles de verso y mazo de cariño,
en sus aves canoras que apreciaste volar,
en sus miles de flores que entraron olorosas
hasta el fondo de tu alma... para hacerte crear.
.
Yo te encuentro, Mañuco, a cada paso,
y espero que los otros te aprendan a buscar
en la arcilla cocida, en la estampa nativa,
o en sonetos cajachos... que hay que hacer
despertar.
.
No te he visto, es cierto; pero estuve contigo
al llegar a mi tierra en visita fugaz.
Te invito a acompañarme de retorno al trabajo
y acaso en poco tiempo te vuelva a reencontrar.
.
“La muerte es el comienzo...”, te lo dirá mi
madre,
que nació a esa Vida, hace poco nomás...
¡No puede haber silencio en la obra que hiciste!
¡No puede haber olvido en tus huellas de andar!
.
Mañuco...
¡Caracho, tú no has muerto! ¡No me van a engañar!
.
Julio, 30. 1990.
Cajamarca, 03 de julio de 2019.
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N.R.: Un merecido homenaje póstumo que hace Guillermo Bazán a don Manuel Ibáñez Rosazza, conmemorando los 29 años de su partida que fue el 02 de julio de 1990en la ciudad de Lima.
Más datos de don Manuel presentados en CaSu: IBÁÑEZ ROSAZZA, Manuel Ernesto