Las pircas en Cajabamba II

 

Presentación    Comentarios y Reflexiones

Por: G. Guillermo Silva R.

La pirca es una palabra que proviene del quechua: pirqa (en francés, muret). Es un muro de piedra levantado con pericia, de baja altura, aunque no siempre y está compuesto de piedras sin labrar (tallar), utilizado en la sierra del Perú. Esta técnica de construcción se utilizó en los caminos, así como también, como muros para la división de parcelas (lotes), corrales para los animales domésticos y se utiliza todavía como base para las casas de habitación, que denominamos cimientos, sobre todo en las provincias y en la parte rural de los andes peruanos.

Creo que, esta forma de arquitectura amerita un homenaje, un recuerdo a nuestra verdadera cultura la de los Incas, la cual se extendió por todo el Tahuantinsuyo. La casi perfección de muros de piedra está demostrada en la fortaleza inca, descubierta en 1911 por Hiram Bingham, situada a 130 kilómetros al norte del Cuzco, a una altura de 2430 metros sobre el nivel del mar, nos referimos a Machu Picchu. En  1983, clasificada por la UNESCO como patrimonio mundial. Pero, lo que queremos resaltar en esta ocasión son las pircas comunes, que dividen todavía algunas casas, las pircas que nos llevan por el sendero de los caminos, a las cuales las miramos y ni siquiera las recordamos, las ignoramos. Ingrata naturaleza humana.

Actualmente, las viviendas están separadas por altos muros de material noble, es decir, ladrillos y encima les colocan pedazos de botellas rotas y las familias pudientes lo harán con cercos de púas, para prevenir la entrada de intrusos, a sus propiedades. En la zona rural, lo harán colocando cactus o pencas, cuando las pircas son pequeñas. Otras personas, van sembrar moras, ya que los tallos son espinosos, pero raramente veremos rosas, las cuales tienen los tallos parecidos. En los paseos campestres, o cuando íbamos a pescar las truchas, por el camino saboreábamos algunas moritas, aunque a veces, los perros nos hacían correr.

Nos parece que, las pircas, poco a poco van a desaparecer. Ya lo vemos, en el mismo Cajabamba, en el valle de Condebamba, en la ruta a Chancay, en Ichocán, etc.pircas caídas y que somos incapaces de reconstruirlas. No podemos levantar una piedra, permitir que sigan existiendo. Incluso, algunos animalitos como son, las culebras y shangulayas o tarántulas, estarán buscando otro hábitat, porque sus caminos ya no son los rectos o paralelos en las pircas, ahora son como laberintos que no encontraran salida para apreciar la luz del día, que es la vida, la alegría.

Guillermo Silva

04/02/2018

Inicio


Presentación    Comentarios y Reflexiones